El egoísmo es la base de la esencia de la podredumbre de una sociedad cada vez más marcada por los individualismos. El yo primero y el tú y el vosotros detrás. El que primero llegue, se lo queda, no repartir, no confiar, no dar, no regalar ni un aliento de frescura a los sedientos de vida, que vagan por las calles como pordioseros suplicando una gota de lo que es tuyo.
Para qué darse a los demás, para qué regalar aunque sea un minuto de tu propio tiempo, escuchando a quien implora y mata por un oído que simplemente realice la función para la que ese día, remoto en el tiempo, fue creado, escuchar.
Por qué no encerrarse en nosotros mismos, en nuestras propias y egocéntricas vidas... mi vida es mía y punto, hago lo que quiero, y lo hago para ser más yo, para conseguir un voraz poder sobre todos los de mi alrededor. Todo el mundo es egocéntrico, todos son egoístas, por qué no lo voy a ser yo, por qué no voy a codiciar lo que otros parece que tienen, y hacerlo mío, y lo que yo tengo no es de nadie, por qué he de compartirlo, por qué.
Si hubiera un más mínimo sentido común, no dejaríamos avanzar al egoísmo que nos cubre como halo oscuro y fúnebre, a este egoísmo que nos lleva a un sólo y único destino que no es otro sino la horrible crueldad avocada a un fracaso más atroz aún.
Debería preocuparnos este sentimiento que avanza en esta sociedad como un cáncer, el egoísmo tan proliferante que trepa hacia el más puro individualismo, recorre arduamente la misma sociedad que le pone trabas. Ahora está todo pensado para el individuo como uno mismo, y no como parte de una sociedad, el Pan Bimbo, ya no es tamaño Familiar, ahora es para los Singles. La misma sociedad que pretende hacernos ver unas utópicas realidades, sin un ápice de valores y lleno de tentadores desenfrenos, es la que nos ofrece productos hechos a medida para el single, para el soltero, para el divorciado, para el separado o el simplemente, el "quierovivirmivida" y "quelesjodanalosdemás".
Me encantaría ver una sociedad en la que el egoísmo es mermado por una floreciente ola fresca y radiante de abnegación a tales fines, de solidaridad... todavía es posible, todavía no nos hemos erradicado, no nos hemos hecho coraza como puercoespín cuando se ve atacado por los carnívoros hambrientos de carne fresca y jugosa, que no es sino lo que estamos convirtiendo esta sociedad con nuestro propio egoísmo. Quiero un poco de altruismo, por favor.